Durante 21 días hemos tenido la oportunidad de compartir con 21 personas de diferentes países de todo el mundo una experiencia profesional y personal inolvidable. Hemos tenido la oportunidad de visitar diferentes aspectos de la política, realidad económica y sensibilidades de la sociedad de los EEUU respecto a la agricultura y su concepto de seguridad alimentaria, su funcionamiento institucional, su organización sectorial, el movimiento de voluntariado alrededor de la alimentación y el medioambiente, hasta la organización de la I+D que desarrollan universidades y empresas en partenariados.


Para cerrar esta parte del blog, quería comentar alguna de las visitas a explotaciones agrícolas que hicimos durante los últimos días. Existen de muchos tipos y no todas son iguales, pero llama la atención escuchar que una explotación mantiene el adjetivo de familiar cuando se explotan 500 Has. de maíz, soja y trigo de invierno, se cuentan con todas las estructuras de almacenamiento y cosechadoras de última generación en la propia explotación, se posee una empresa de comercialización que vende a futuros de 18 meses su grano y trata directamente con las grandes multinacionales de exportación. Desde luego, esto sí parece una agricultura dimensionada y profesionalizada, y habría que afinar más cuando se habla, también en Europa, de agricultura familiar, subterfugio que nunca se ha sabido bien que quiere decir y evitar un análisis riguroso.

Explotación San Louis

Pero lo importante no son sus grandes estructuras, un productor por muy grande que sea siempre tiene el mismo problema, compra a grandes y vende a muy grandes. Lo relevante es cómo organiza su comercialización y cómo se organiza profesionalmente. La Asociación Nacional de Productores de Maíz (NCGA)  es un ejemplo de compromiso del sector. Creada en 1984 es un lobby de los productores de maíz de los EEUU (35 millones de Has), un colectivo de más de 120.000 productores de dimensiones considerables y que se financian de dos maneras, con un Checkoff (como una extensión de norma que recaudada de la venta de maíz a la industria) y una aportación reforzada de socios. La primera fuente de ingresos es voluntaria y, por ley, no se permite hacer actividad de lobby con ese dinero, solamente para actividades de fomento comercial, exportación, etc... (más o menos una interprofesional) Es decir, que un agricultor puede reclamar su devolución, pero no lo hacen en un 95% de los casos. La segunda fuente de ingresos procede de las aportaciones de los socios, unos 40.000, y esa sí sirve para hacer lobby e intentar influir en Washington. No parece que por ahí se espere que el USDA financie estas organizaciones ni que los productores así lo pretendan, quizás porque saben que son ellos los protagonistas de su propia actividad, y eso marca su modelo, y no al revés. Lo dicho, su dimensión no marca la profesionalidad.

NCGA

No he podido explicar en detalle todo lo que hemos visitado y visto porque se hubiera convertido en una enciclopedia y porque muchos ya me habéis dicho que las entradas ya son demasiado largas. Por tanto, me remito al dossier que elaboraré en las próximas semanas.

Sólo deciros para terminar que no hay una experiencia más placentera que terminar este periplo con una cena a bordo de un típico barco del río Mississipi (de esos blancon con aspas rojas de las películas del Oeste), con música de jazz en directo y bebiendo una copa de vino cooperativo español  (Martin Codax, a 36$ la botella que compartimos entre 5), todo un orgullo saber que a pesar de tanta exuberancia productiva, profesionalidad y evolución de un país como EEUU, en España tenemos el potencial de producir y comercializar productos de esta categoría. Tendremos que ser abiertos,  profesionales, constructivos y muy cooperativos para que podamos encontrar muchos más productos que estoy gustará en EEUU y en el resto del mundo.

Vino Español en el Mississipi

Buena lectura