Ha sido toda una sorpresa conocer de primera mano que la Cámara de Representantes de los EEUU no le ha concedido el Fast Track al Presidente para negociar el Acuerdo Transpacífico (TPP), mecanismo por el cual se le concede al Presidente la capacidad de negociar bajo unos principios y condiciones  impuestas por el Senado y el Congreso y, una vez alcanzado un acuerdo, las cámaras solamente podrían rechazar o aceptar el tratado, pero no enmendar. 
Paradójicamente, han sido miembros del propio partido demócrata los no han apoyado al Presidente, y alguno simplemente por desconfianza en Obama para llevar las negociaciones a cabo. Uno de los principales problemas y sensibilidades que he podido observar es el efecto de un posible tratado en el empleo norteamericano, lo que implica la oposición de los sindicatos. Este retraso puede afectar al T-TIP, siendo muy probable, a pesar de los mensajes cruzados, que sea la próxima administración quien finalice las negociaciones.
 

Por el momento las posiciones no se mueven. EEUU no quiere oír hablar del sistema de Indicaciones Geográficas de la UE y considera que las agricultura de la UE está muy protegida por aranceles y ayudas. Esto último es más bien pose, los datos sectoriales demuestran que donde existen aranceles altos hablamos de productos sensibles o no existe una competencia real entre EEUU y la UE, además los aranceles y no alcanzan en estos momentos el 5% del valor comercial e intercambio entre los dos bloques. Por otro lado, la Farm Bill aprobada en 2014 establece pagos contracíclicos de dudosa legalidad en la OMC, que según el año pueden ser cero o doblarse ya que están vinculados a los precios. Realmente los problemas son otros, especialmente las barreras SPS (estándares sanitarios o fitosanitarios) y las TBT ( Barreras técnicas al comercio). No obstante, EEUU no va a soltar la presa tan fácilmente. El sector agroalimentario cuenta con un déficit comercial importante con la UE, unos 7.000 Millones de €, y este hecho en un sector con tanta importancia política en la política nacional no es fácil de vender a sus ciudadanos, la sociedad norteamericana tiene exactamente las mismas preocupaciones que los europeos, lo creamos o no, aunque eso sí, no aportan siempre las mismas soluciones. 
Me gustaría comentaros algo sobre los famosos OMG, pero como dentro de unos días visitaremos la sede de Monsanto, voy a guardármelos hasta que tenga todas las visiones sobre la mesa, tras haber estado en Washington con la ONG mas importante de los EEUU en cuestiones medioambientales y de seguridad alimentaria.  
Tras una intensa semana en Washington DC, nos hemos desplazado a la Costa Oeste, a Seattle, Estado de Washington (no confundir con DC) donde visitaremos un Banco de Alimentos, el periódico local más importante el Seattle Times, un centro logístico de apoyo a la exportación e importación en productos pesqueros y nos reuniremos con el Departamento de Agricultura del Estado y otras organizaciones agrícolas. 
Buena lectura