Seattle es una impresionante ciudad costera situada en el noroeste de los EEUU (más al norte ya nos encontramos con Canadá) que integra una moderna urbe emplazada en un entorno físico exuberante de bahías, vegetación y colinas.
Aunque la economía del Estado de Washington tenga un importante arraigo en el sector agroalimentario, nada más y nada menos que el 40%, Seattle es un importante centro de negocios de servicios, de exportación e importación de todo tipo de bienes y es una de las puertas de entrada y salida de los EEUU al mercado asiático. Para hacemos una idea de su importancia, esta ciudad acoge la sede central de muchas empresas multinacionales de las que aporto una muestra para que os hagáis una idea, Amazon, Microsoft o Starbucks, grupo originario de esta ciudad a finales de los años 70.
El programa de visitas fue muy variado y nos dio una idea de la gran preocupación de las instituciones y la ciudadanía de este Estado por las cuestiones medioambientales. De hecho, el cambio climático es una cuestión muy sensible en los EEUU y especialmente en la Costa Oeste. Basta decir que California lleva 7 años de sequía, y en Washington se han registrado las temperaturas más elevadas de su historia durante este año, lo que está teniendo un impacto directo en su sector agrícola y pesquero.
El principal periódico local, Seattle Times con 7 premios Publisher a sus espaldas y nombrado periódico del año en los EEUU en 2012, es un termómetro de esta situación, cuentan con una amplia cobertura de las cuestiones medioambientales, sector agrícola y pesquero, como nos informa uno de sus periodistas, Haln Berton, con el cual tuvimos la oportunidad de conversar. De los cuatro días que estuvimos en Seattle, tres portadas se dedicaron a estas cuestiones.
Esta potencia económica presta mucha atención a la alimentación, y puede decirse que existe cierta obsesión por lo orgánico y los productos de cadenas cortas o comprados directamente a los agricultores. Existe un pintoresco mercado cerca del puerto, Mercado de Pike, muy al estilo de los nuestros pero con mayor actividad turística. Donde hay un nivel adquisitivo medio alto hay mayor tendencia a mercados directos y cadenas cortas, pero no representa, como me reconocieron, sino una pequeña parte de una potente agricultura que cuenta en este estado con más de 300 sectores entre ganaderos y agrícolas, incluyendo un creciente sector del vino (vino español hay poco y los precios son bastante altos, en línea con los demás) y sin olivar, que no lo han tocado por el momento. Sus productos estrellas, aparte de los pesqueros, son las manzanas y peras, frutos del bosque, cerezas y fruta de pepita (nectarinas fundamentalmente), además de contar con una amplia ganadería de leche y ternera.
Sin embargo, EEUU es un país de contrastes, y en una ciudad con tanto movimiento económico llama la atención ver tanta cantidad de personas sin techo que hay por las calles, un 14% de pobreza. Tuvimos la oportunidad de visitar una Asociación de Voluntariado, Norwest Harvest, fundación que posee varios bancos de alimentos dedicados a repartir productos básicos y comidas a los más necesitados sin más requisitos que el de firmar y escribir su nombre, que puede ser ficticio, para evitar la vergüenza o que simplemente no vengan por miedo a ser identificados. En el establecimiento donde tuvimos la oportunidad de repartir alimentos, se distribuyen 1,5 millones de comidas anuales, entre productos manufacturados, frutas y hortalizas, carnes y alimentos para niños. Esta fundación se apoya en acuerdos con grandes cadenas de distribución que donan productos, especialmente aquellos que quedan sin venderse, también muchas PYMES, que son las que más donan, y donaciones de particulares que cuentan con infraestructura propia para la distribución y la logística que requiere el reparto de alimentos. Por otro lado, están relacionados con otros 350 programas de voluntariado similar que también reparten alimentos o dedican sus esfuerzos a otros problemas relacionados con la pobreza, porque como nos indican, los problemas de estas personas van mucho más allá ni se resuelvan con un plato de comida al día.
Para el desarrollo de su actividad participan un centenar de voluntarios que realizan su actividad de manera desinteresada, y se contratan a unas 40 personas, que son las que se encargan de la coordinación y gestión de este importante entramado .
La experiencia fue muy enriquecedora y conmovedora, especialmente cuando uno ve a niños pequeños en la cola acompañando a sus padres y aparentemente inconscientes de la situación que viven. Nos aseguran que no cuentan ni quieren contar con ayudas públicas para conseguir un suministro alejado de burocracia y de trabas para aquellos que ya están en una situación lo suficientemente difícil como para exigirles más sacrificios, es muy duro decirle a una persona que no le vas a darme comida hoy porque no ha traído no sé qué papel, nos recuerda Jennifer Chew, Manager del Programa ¿Si hay fraudes y listos? Por supuesto, pero ese 5% que se aprovecha del sistema no puede hacer dudar de la importante y acucia te necesidad del 95% restante.
Siguiendo con la preocupación social e institucional por la alimentación, el Departamento Estatal de Agricultura de Washington cuenta con un importante programa de alimentación escolar. La comida en los colegios está muy subvencionadas desde el sector público, de hecho es una importante política a nivel federal que sirve, a su vez, para hacer cierta gestión de mercados, puesto que existen compran públicas de grandes cantidades de productos agrícolas con destino a las escuelas. Por ejemplo, la gran proliferación de explotaciones de arándonos ha provocado una sobreproducción que el mercado no absorbe, por lo que el gobierno federal compra una cantidad y lo distribuye por los Estados para su distribución en los programas de alimentación en las escuelas. ¿No os recuerda esto a algo que ocurre en España? Lo digo por lo del exceso de producción y plantaciones cuando algo se pone de moda, lo que no hay en España es un plan de alimentación en las escuelas como este.
Pero no perdamos la perspectiva sobre este atractivo programa y la gestión de mercados. Precisamente la función de la agencia estatal en el Programa de Alimentación en las Escuelas es la de guiar en la compra de productos a los colegios e incentivar unos menús sanos y completos desde el punto de vista nutricional. Luego, ni las cantidades retiradas son importantes para solventar un problema de sobreproducción de un producto, y menos si es estructural, ni existe una decisión política de lo que deben comer o consumir los colegios, porque son ellos quienes deciden dónde y qué comprar. Además, competencia, que también existe en EEUU, está muy atenta para evitar una competencia desleal en la compra de alimentos que cuentan con una amplia subvención pública.
¿Pero por qué este potente programa de alimentación? Existe desde los años 40 y depende de una Agencia Federal, es decir, que es de interés nacional. Bien, la principal razón fue que durante la Segunda Guerra Mundial se alistaban muchos chicos con grandes deficiencias nutricionales y con escasas capacidades físicas para el combate, por lo que se decidió implantar un ambicioso plan de alimentación en las escuelas. Posteriormente se ha potenciado por la necesidad de contar con una población sana y capaz de acceder a grados más elevados de desarrollo, sin importar la capacidad económica de sus padres y potenciando una sociedad competitiva y preparada par incorporarse al mercado de trabajo. El primer razonamiento parece algo desfasado, pero el segundo es una idea muy interesante para vincular sector productor con educación, con nuestros jóvenes, nuestros alimentos y aportar algo desde el sector a la sociedad, pero esto último es una opinión.
Siguiente parada, Licoln, Nebraska (el estado del gigante y rico Warren Buffet). Aquí nos adentraremos en la USA profundamente agrícola y ganadera, y seguro que tienen una opinión muy diferente sobre lo orgánico, los OMG y el medioambiente a lo que hemos escuchado en las costas. O a lo mejor no?
Buena lectura
Durante 21 días hemos tenido la oportunidad de compartir con 21 personas de diferentes países de todo el mundo una experiencia profesional y personal inolvidable. Hemos tenido la oportunidad de visitar diferentes aspectos de la política, realidad económica y sensibilidades de la sociedad de los EEUU respecto a la agricultura y su concepto de seguridad alimentaria, su funcionamiento institucional, su organización sectorial, el movimiento de voluntariado alrededor de la alimentación y el medioambiente, hasta la organización de la I+D que desarrollan universidades y empresas en partenariados.
Para cerrar esta parte del blog, quería comentar alguna de las visitas a explotaciones agrícolas que hicimos durante los últimos días. Existen de muchos tipos y no todas son iguales, pero llama la atención escuchar que una explotación mantiene el adjetivo de familiar cuando se explotan 500 Has. de maíz, soja y trigo de invierno, se cuentan con todas las estructuras de almacenamiento y cosechadoras de última generación en la propia explotación, se posee una empresa de comercialización que vende a futuros de 18 meses su grano y trata directamente con las grandes multinacionales de exportación. Desde luego, esto sí parece una agricultura dimensionada y profesionalizada, y habría que afinar más cuando se habla, también en Europa, de agricultura familiar, subterfugio que nunca se ha sabido bien que quiere decir y evitar un análisis riguroso.
Pero lo importante no son sus grandes estructuras, un productor por muy grande que sea siempre tiene el mismo problema, compra a grandes y vende a muy grandes. Lo relevante es cómo organiza su comercialización y cómo se organiza profesionalmente. La Asociación Nacional de Productores de Maíz (NCGA) es un ejemplo de compromiso del sector. Creada en 1984 es un lobby de los productores de maíz de los EEUU (35 millones de Has), un colectivo de más de 120.000 productores de dimensiones considerables y que se financian de dos maneras, con un Checkoff (como una extensión de norma que recaudada de la venta de maíz a la industria) y una aportación reforzada de socios. La primera fuente de ingresos es voluntaria y, por ley, no se permite hacer actividad de lobby con ese dinero, solamente para actividades de fomento comercial, exportación, etc... (más o menos una interprofesional) Es decir, que un agricultor puede reclamar su devolución, pero no lo hacen en un 95% de los casos. La segunda fuente de ingresos procede de las aportaciones de los socios, unos 40.000, y esa sí sirve para hacer lobby e intentar influir en Washington. No parece que por ahí se espere que el USDA financie estas organizaciones ni que los productores así lo pretendan, quizás porque saben que son ellos los protagonistas de su propia actividad, y eso marca su modelo, y no al revés. Lo dicho, su dimensión no marca la profesionalidad.
No he podido explicar en detalle todo lo que hemos visitado y visto porque se hubiera convertido en una enciclopedia y porque muchos ya me habéis dicho que las entradas ya son demasiado largas. Por tanto, me remito al dossier que elaboraré en las próximas semanas.
Sólo deciros para terminar que no hay una experiencia más placentera que terminar este periplo con una cena a bordo de un típico barco del río Mississipi (de esos blancon con aspas rojas de las películas del Oeste), con música de jazz en directo y bebiendo una copa de vino cooperativo español (Martin Codax, a 36$ la botella que compartimos entre 5), todo un orgullo saber que a pesar de tanta exuberancia productiva, profesionalidad y evolución de un país como EEUU, en España tenemos el potencial de producir y comercializar productos de esta categoría. Tendremos que ser abiertos, profesionales, constructivos y muy cooperativos para que podamos encontrar muchos más productos que estoy gustará en EEUU y en el resto del mundo.
Buena lectura
La segunda ciudad del estado de Missouri, a orillas del río Mississipi fundada en 1764 fue un núcleo de comercio muy importante y puerta de entrada para todos aquellos que querían adentrarse en, como siempre nos contaron las películas, el salvaje oeste norteamericano, prueba de ello es el monumento Gateway Arch que dibuja un gran arco de 192 metros de altura.
Se trata de una ciudad con grandes influencias europeas y mezclas con la propia cultura americana generada en los últimos siglos. Lo que más llama la atención es la gran cantidad de locales con música en vivo, especialmente de blues, con una calidad increíble. Estuve en uno de dos locales, que están al aire libre porque la verdad es que he pasado mucho calor y humedad, y cuando una banda terminaba salía otra del público, que en principio creíamos que eran meros espectadores. Toda una experiencia.
Pero lo importante de estos dos días, como os había adelantado en mis anteriores entradas, estaba en la visita de las instalaciones de MONSANTO, empresa líder mundial en OGM. Muchos de los participantes del viaje, 21 países de todo el mundo donde todos los continentes están representados, menos Oceanía, tienen visiones muy encontradas de la introducción de los OGM, y al contrario de lo que se piensa en la UE, la empresa está siendo muy cuestionada por una parte importante de la sociedad norteamericana.
Como era de esperar en la primera empresa mundial de su sector, sus inversiones en I+D son asombrosas, 1.700 millones de € anuales, de los cuales solamente el 23% se dedica a biotecnología, la mayor parte sigue siendo la reproducción y mejora de semillas. El otro elemento que sorprendió a algunos, es que al contrario de lo que esperaban se mostraron en todo momento abiertos y dispuestos al debate ante cualquier pregunta por muy molesta que fuera. Es un hecho reconocido en MONSANTO que hayan equivocado de pleno con la estrategia de comunicación, porque llevan 20 años intentando convencer al legislador, y se ha dejado de lado al consumidor.
Sede de Monsanto
El debate desde el punto de vista de la seguridad de los alimentos lo tienen muy bien alicatado, pero no sólo con argumentos sino con evidencias que parecen reconocer todas las instancias internacionales, aunque siempre se puede acudir a la presunción de manipulación que reina en los debates ante posiciones que no compartimos de entrada.
Sobre el debate medioambiental se muestran abiertos, reconocen que no tienen todas las respuestas e intentan ser abiertos, compartir los resultados y analizar todos los estudios en contra de los OGM, que los consideran poco rigurosos y que no aportan evidencias consistentes. Como otras multinacionales en biotecnología, como Syngenta, prueban que la humanidad tiene un reto ineludible al cual enfrentarse, que es el aumento de la población y el cambio de sus dietas frente a la escasez de recursos, la sostenibilidad de los sistemas y el cambio climático, donde la biotecnología deberá jugar su papel.
Como era de esperar, se quejan de los grandes problemas y de la burocracia para aprobar nuevos eventos, que tardan más de 15 años en salir a pesar de contar con todas las pruebas de seguridad. Pero como dice Rashimi Nair, Directora de Aplicación de Políticas para Monsanto en Asia y Oriente Medio, la comida nunca es 100% segura, se trate de la que se trate. Entiendo que eso no justifica la inseguridad o hacer experimentos estrafalarios, sino que se les está exigiendo algo por encima de cualquier expectativa razonable de lo que debe ser un alimento seguro.
Bueno, no soy experto en genómica, y mucho de lo que escuché ya me lo habían contado, ventajas de trabajar donde trabajo. Por eso creo, que más allá de si los OGM son o no aceptables o seguros, debate a resolver por la ciencia, y no por una posición ideológica de partida, sí entiendo que el problema será de índole económico cuando una sola empresa pueda controlar una variedad casi en exclusiva y con muy pocos, o nulos competidores. Es y podría ser un elemento más que alimente el desequilibrio entre los agentes de la cadena de valor, sin prejuzgar la actuación de los agentes actualmente implicados. Hice la pregunta y la respuesta fue que el sector ya es muy competitivo y que eso no pasaría. Bueno, veremos los movimientos y compras de empresas de grandes grupos para ganar mayor cuota de mercado.
En otra entrada os comentaré la experiencia de una explotación media de soja y maíz en Louissiana y nuestro encuentro con la National Grant Grower Association, Asociación Nacional de Productores de Maíz de los EEUU. Interesante para el tema interprofesional.
Buena lectura
Alcanzado el ecuador del viaje hemos visitado uno de los Estados agrícolas más típicos situado en el mismo centro de los EEUU, Nebrasca. El 92% de su superficie total se dedica a la agricultura, nada más y nada menos que unos 18,3 millones de hectáreas. En otras palabras, no hay más tierra. Es un sector tremendamente productivo, es la mayor superficie de regadío de los EEUU, por encima de California, con 8,3 millones de hectáreas. Sus principales sectores productivos son el vacuno de carne, maíz (38% destinado a bioetanol y número uno de EEUU en palomitas), soja, porcino, cereales, productos lácteos, forrajes, aves y huevos, proteaginosas y remolacha azucarera, que juntos representan el 98% del sector productor. Representa el 40% de la actividad económica del estado (5,9% del total de la producción final de los EEUU), unos 23.000 millones de $. Además, el 40% se destina a la exportación, lo que aporta un increíble valor añadido a la economía local de 56.600 millones de $, es decir, que por cada dólar invertido en la exportación de productos agrícolas se generan en los sectores vinculados (transporte, almacenamiento, financiación) 1,22$. Pues bien, todo esto en manos de solamente 49.600 explotaciones, una media de 369 has/explotación.
Podría seguir, pero creo que los datos hablan por si solos sobre la capacidad productora y exportadora de Nebrasca. Hemos visto unas llanuras interminables asentadas en uno de los mayores acuíferos del mundo y donde a uno le alcanza la vista solo ve campos de soja y maíz o grandes pastizales para el ganado.
Toda esta exuberancia productiva tiene un reflejo en lo que transmite los representantes de los agricultores. Todos, sin excepción, se sienten muy orgullosos de su profesión, transmiten un mensaje optimista y están dispuestos a seguir mejorando sus explotaciones e invertir en sus negocios. Desde luego es otra dimensión respecto a España. La palabra pasión, mejorar e invertir ha estado en boca de representantes, agricultores y ganaderos, aunque sean conscientes de los retos que deben afrontar en los próximos años. Todo esto puede ser una pose, si fuera así tendría el mismo valor que si no lo fuera porque demostraría el mismo grado de fidelidad.
Se quejan del precio, del desequilibrio en la cadena (nos advierten del peligro para el mercado de incursiones que supone la compra de Monsanto por Syngenta), de las negociaciones internacionales y de su Farm Bill, que es la mejor que han podido conseguir, nos confiesa el Presidente de la Nebraska Farmers Union, John Hansen. Básicamente son los mismo problemas que afrontamos en la UE, pero con una actitud más ofensiva, asumiendo además que hay un problema real con el medio ambiente, en la conservación de los recursos y la necesidad de comunicar a los ciudadanos los esfuerzos que hacen por contar con una agricultura sostenible que aporte alimentos sanos y fiables. Como comenta Willow Holonvek, de la AFAN (Asociación para el Futuro de la Agricultura en Nebrasca) nunca se deben cerrar las puertas al campo, aunque sea duro admitir que los detractores de nuestra agricultura son nuestros amigos.
Aquí, la visión sobre los OGM o la forma de tratar las cuestiones medioambientales es muy diferente a la que hemos tenido la oportunidad de observar en la costa este y oeste, donde se habla más de alimentación y menos de producción. Sin embargo, el productor es consciente de que negar el debate no tiene sentido político, va contra la evidencia científica y, por tanto, irían contra sí mismos.
Tuvimos la posibilidad de visitar una de las universidades más reputados de los EEUU en cuestiones agrícolas, la Universidad de Nebraska (50.000 estudiantes), en plena expansión con la construcción de un nuevo centro de desarrollo e investigación. Conocimos su Instituto del Agua, una cuestión a la que hasta los años 90 nadie había prestado atención en los EEUU, y mucho menos en un lugar como Nebrasca donde el agua era aparentemente inagotable. Sin embargo, una vez identificado y asumido el problema, es de destacar la coordinación de recursos que emplean y la humildad para aceptar y aprender sobre lo bueno que viene de fuera. Desde luego, reconocen que en gestión y estudio de la gestión del agua están muy atrasados respecto a otros países como España, y no le duelen prendas en aprender de nuestro modelo de gestión, veremos dónde están dentro de 10 años.
Para la universidad americana es fundamental contar con acuerdos público-privados, porque con ellos se financian. Al contrario de lo que he oído alguna vez por España, esto no quiere decir que quien ponga el dinero se convierta en el dueño del resultado (excusa muy utilizada por el sector privado para no financiar la investigación), ya que los resultados se difunden públicamente, es una de las razones por las que por aquí se las llama universidades públicas. Claro que para poder llegar a este sistema se necesita una visión a más largo plazo y mayor confianza entre actores para cooperar e identificar intereses comunes.
Sin embargo, no todo son grandes explotaciones y exportación de materias primas, ya sea grano, soja o carne (vimos un matadero que sacrificaba nada más y nada menos que 2.500 cabezas de vacuno al día, en un turno de 8 horas, Greater Omaha Packing). Existe un grupo creciente de personas cada vez más comprometidos con el movimiento y fomento de lo que ellos llaman Local Food, nuestras cadenas cortas, donde la producción ecológica y otra forma de producir sea posible, y no tanto por una cuestión meramente económica o de rentabilidad, que es como se percibe muchas veces en la UE. Sin embargo, como nos reconoce un ganadero de leche ecológica cuya granja visitamos, se trata de un mercado nicho que representa un 5% que está dispuesto a pagar un 50% más por su leche, pero duda del crecimiento de esta forma de producir la agricultura a corto plazo sin un cambio de actitud del consumidor.
Como anécdota decir que hasta tienen viñedos y pequeñas bodegas que al parecer son cada vez más comunes. La cultura del vino y todo lo que lo rodea provoca gran expectación en la población norteamericana, que es capaz de pagar 25$ por una botella de vino, cosa que un europeo procedente de un país productor no está preparado para evaluar en su justa medida.... Lo que demuestra una vez más que el mejor vino para alguien que quiera vivir de esto es el que se vende y se cobra.
Estos días estaré en San Louis, Missouri, y sí, visitaré Monsanto, y en el grupo de 21 de todos los lugares del mundo el debate sobre los OMG no es precisamente neutro. Esta empresa no deja indiferente a nadie, ni en la UE ni en los EEUU.
Esta primera parte del viaje la estamos dedicando a conocer el entramado institucional del gobierno federal de los EEUU. A pesar de contar con unas competencias muy concretas, recordemos que la administración federal solamente se ocupa de aquello que los Estados le encomienda, resulta un compendio de Agencias Federales con miles de funcionarios, con funciones y roles muy concretos que juegan un papel fundamental en la creación, gestión y seguimiento de las políticas. Siempre buscan las máxima profesionalidad en su cometido con resultados basados en la evidencia, absoluta independencia en sus funciones y animar el debate para la coordinación y el diseño de sus políticas con una clara vocación internacional del sector agroalimentario.
Hemos visitado la USDA, que viene a ser como un gran ministerio para la agricultura y la alimentación. Sus principales objetivos son asesorar al Presidente, mejorar la renta de los productores, desarrollar y expandir los mercados de sus producciones, controlar la seguridad y salubridad de los alimentos, etc.., no muy diferente al nuestro, pero ahí se acaban las similitudes, ya que nuestro sistema ministerial mantiene una fórmula piramidal dependiente del Gobierno.
Es un entramado de más de 10.000 funcionarios repartidos en Agencias tales como el Servicio de Estadísticas, inspección de alimentación y sanidad vegetal y animal o la gestión medioambiental. La labor de cada agencia es muy concreta y, al menos sobre el papel, son independientes en su labor.
El servicio de Estadísticas del USDA (mi compañero Toño lo sabe muy bien) es reconocido y referencia en el mundo entero, órgano completamente independiente que realiza estimaciones de producción, mercados y cuyos informes son absolutamente secretos antes de ser publicados. La información que manejan afecta a las decisiones de la bolsa financiera inversores de las principales materias primas, tener el informe sobre las previsiones de cosecha de cereales puede hacer ganar mucho dinero al quien tenga la información un par de horas antes, no es poca cosa.
Como decía su director, nuestro objetivo es que los números hablen por sí solos como una manera de hacer que el mercado funcione mejor.
Existen otras agencias muy importantes, como USAID, cuya labor es la cooperación al desarrollo en países en desarrollo como una manera de mejorar el funcionamiento de los mercados a través de programas de alimentación, formación, vivienda, asistencia financiera, etc... EEUU exporta el 50% de lo que produce, por tanto, mientras mayor sea la capacidad económica de otros países, mayores oportunidades para sus productores en el mercado, eso sí, todo pasa por apoyar el libre comercio, pero esta idea encierra múltiples aristas que se pusieron de manifiesto con mis colegas africanos y asiáticos.
Aquí se discute de todo, todo se pone en duda y todo debe basarse en la evidencia en el marco de un sistema bastante transparente y permeable al sector privado, que participa y colabora activamente con todas las agencias y en el proceso legislativo. Por ejemplo, cuentan con una Comisión de Comercio Internacional, órgano cuasi judicial, totalmente independiente y cuya principal labor es hacer estudios de impacto de los tratados comerciales sobre la industria americana, asesorar en las negociaciones internacionales y decidir sobre medidas antidumpling de las importaciones de manera independiente y completamente objetiva, al margen de cualquier injerencia política. Sus informes son muy respetados y en su elaboración acuden a cualquier fuente, sea interna o externa, lo fundamental es hacer su cometido con la mayor objetividad posible. De hecho nos aseguran que muchas veces no son consultados por algunos senadores porque temen que el resultado no satisfaga determinados intereses, si no quieres que te examinen no preguntes. Consideran que trabajar para mejorar el mercado y las expectativas es trabajar en favor de la objetividad, por eso no emiten opiniones, describen y aportan diferentes escenarios, ellos no tienen que decidir políticamente, por tanto, no deben estar bajo el mando de nadie y sus presupuesto depende directamente del Congreso. Una cuenta más para contar con informes sectoriales a nivel mundial.
Hay mucho mas que contar, podría escribir un pequeño libro. En los próximos días comentare el debate en el Senado y algunos elementos interesantes entorno al T-TIP y la visión de la administración. Pero, como siempre, lo más interesante lo encuentras fuera. Hablando con un paisano, los americanos suelen ser muy campechanos, abiertos y dispuestos a entablar una conversación en cualquier sitio, me comentó tras explícale que hacíamos allí: es fantástico, yo soy de Pensilvania, y recuerda una cosa, los estadounidenses no somos iguales, hemos decidido estar juntos, pero en absoluto somos iguales... Me parece una frase muy interesante para terminar este breve resumen de dos días intensos de reuniones y visita de institucionales.
PROGRAMA IVLP COMERCIO AGRÍCOLA Y SEGURIDAD ALIMENTARIA EN LOS EEUU
He tenido el enorme placer de haber sido seleccionado para realizar el programa de Comercio Agrícola y Seguridad Alimentaria 2015. Durante los próximos 21 días (6 de junio hasta el 27 de junio), voy a tener la oportunidad de contaros en este blog todo aquello que vaya observando y aprendiendo, al igual que el intercambio de impresiones que tendré la oportunidad de compartir con miembros del Gobierno de los EEUU, dirigentes de sindicatos y asociaciones de agricultores, ONG y mis 20 compañeros procedentes de todos los países del mundo, desde Sudamérica, África, Asia y la propia UE.
En mi última entrada comenté las ganas que tenía de escribir algo sobre la cuestión de agricultor activo, que ha sido piedra angular en los debates de la PAC 2020 y su aplicación en España.
Hay que recordar que este concepto se coló en las discusiones debido a un informe del Tribunal de Cuentas de la UE sobre la aplicación del RPU de la ya antigua PAC (Informe Especial Nº 5 de 2011). En el mismo se ponía de manifiesto que no era posible que los pagos desacoplados fueran recibidos por personas o sociedades cuya actividad no tenían relación alguna con la agricultura. A diferencia de lo que suele ocurrir en países como España, cuando el Tribunal de Cuentas de la UE concluye algo el ejecutivo comunitario, en este caso la Comisión Europea, está obligado a presentar propuestas de reforma que vayan en el mismo sentido.
Este planteamiento, desde el punto de vista teórico e institucional encuentra toda su lógica, pero no así desde el punto de vista de la estrategia política. Lo que el Tribunal de Cuentas había puesto de manifiesto es una divergencia total entre la intención del legislador, desvincular la PAC del mercado y de toda actividad económica, como es la producción de productos agrarios, y los resultados que provoca un sistema desacoplado, que convierte a los productores en perceptores y a estos, a la larga, en potenciales gestores de tierra desvinculados de la actividad productiva.
Como es lógico muchos pensamos que esta cuestión, al final, iba a ser otra de tantas disquisiciones teóricas de difícil aplicación, porque la deriva del desacoplamiento estaba muy enraizada y, por tanto, un productor ya no era sólo el que produce sino también el que mantenía las tierras, aunque su actividad no fuera productiva.
España intentó acogerse a este concepto para poder resolver su problema, cómo conseguir cortar el acceso a un número demasiado grande de potenciales perceptores y afrontar la limitación presupuestaria impuesta por un presupuesto menguante. Por un lado, limitó el número de sectores que podía acogerse al nuevo sistema, intentando mantener cierto status quo que paliase el fin de los derechos históricos. Por otro fue la de aplicó el concepto de agricultor activo como llave de entrada al nuevo sistema pagos con la tan conocida fórmula del 20% mínimo de ingresos agrarios procedentes de la actividad económica agraria .
Con esta propuesta el Gobierno consiguió, gracias a la incertidumbre y a la demora en la aprobación de los diferentes reglamentos, que durante 2014 más de 38.000 perceptores que no cumplían con la regla del 20% cedieran o vendieran sus derechos. Básicamente se consiguió la salida del sistema a aquellos que, no sin razón, eran considerados ya abiertamente como advenedizos al sector o cazaprimas.
Sin embargo, lo que ocurrió a finales del año pasado con la probación de los RD de aplicación de la PAC en España desconcertó, a medias a algunos, al personal. La Comisión Europea no aceptó este enfoque y obligó a reformular el planteamiento de considerar la figura de agricultor activo como llave del sistema. Al final, se mantiene la fórmula pero no como condición de acceso sino como un límite que si se incumple implica estar en situación de riesgo de fraude y, por tanto, será objeto de estrechos controles.
La intención del Gobierno era buena, pero también fue muy optimista en cuanto a la permisividad ilimitada de la Comisión Europea. La realidad es que este debate ha hecho perder mucho tiempo y, en realidad, la mala imagen y el fraude de ley se terminará controlando caso por caso. En el anterior sistema ya existía una cláusula de elusión (art. 20 del Reglamento 73/2009) por la cual la administración tenía la potestad de impedir el cobro de las ayudas a aquellos que creaban las condiciones artificiales con el único objetivo de percibir la ayuda. Sin embargo, este precepto no fue aplicado, o al menos no de manera extendida. Si se hubiese aplicado a lo mejor hoy no estaríamos hablando de más de 800.000 perceptores PAC y el debate sobre agricultor activo no habría consumido tanto tiempo y recursos. Lo que está claro, es que su control sigue estando en manos de quienes estaba antes, de la administración correspondiente y de su voluntad por aplicar los instrumetnos existentes.
No se puede decir que tenga mucha actividad en los últimos tiempos en este blog. Siempre me propongo escribir una reseña más regular, pero la realidad nos va absorbiendo. Ha sido un acto como nuestro VII Congreso de Cooperativas Agro-alimentarias de España, celebrado en Valencia los pasados 26-27 de febrero, el que me ha hecho recuperar las buenas costumbres y escribir estos pequeños comentarios.
Ya sé que algunos me pides que escriba más sobre PAC, pero hay tanto sobre esta cuestión que resulta redundante cuando la realidad sobre el nuevo DPB es más lenta y ya depende de lo que pase en los próximos meses con el inicio del sistema. Ya tendré tiempo de hablaros sobre estas cuestiones y sobre los cambios de última hora sobre agricultor activo, donde lo importante no es el detalles sino la estrategia.
Pero volvamos al Congreso. De los cuatro que llevo a mi espalda sin duda ha sido el más emocionante, primero porque han coincidido con un plantel de ponentes y de personalidades imposible de superar y, segundo, porque aunque haya estado en la propia organización y sufrido lo que nadie ve de fuera (tengo compañeras y compañeros que hay que reconocer su gran mérito) se ha dado una sensación de normalidad, desahogo y cierto optimismo entre los participantes cooperativistas que sin duda supone un estímulo para todos los profesionales.
Y es que hemos tenido el honor de recibir al Comisario de Agricultura Phil Hogan en su primera visita a España, todo un honor y reconocimiento a la visibilidad de las cooperativas españolas. Es un Comisario que está aprendiendo, y por el momento no se puede esperar mucho más que un discurso bien elaborado por su gabinete y su predisposición a aprender, humildad que falla en muchos políticos y cargos de la administración cuando creen que decir que no se sabe es síntoma de debilidad, ¡qué equivocación!
Por eso esta visita del Comisario era fundamental. Le hemos mostrado las organizaciones de productores de frutas y hortalizas y la organización comercial con una cooperativa de primer grado, CANSO en la Alcudia, y Anecoop, líder en exportación de frutas y hortalizas. El mensaje está claro, el sistema de OPFH aporta mucho y resulta un instrumento muy potente y fundamental para que los productores tengan acceso al mercado con protagonismo de sus empresas y las explotaciones puedan beneficiarse de su actividad productiva.
Esperemos que haya tomado buena nota de esta realidad, porque escuchará la queja de aquellos que critican el modelo a base de malos ejemplos, casi nunca representativos y no bien intencionadas, porque su objetivo no es la organización del sector asino aplicar el consabido café para todos en la distribución de los fondos operativos que financian las medidas del sector de las frutas y hortalizas, sector que representa el 20% de la PFA de la UE y apenas consume el 2% del presupuesto comunitario dedicado a la PAC, siendo el único sistema totalmente comunitario y no renacionalizado.
Haremos las valoraciones durante el próximo año, pero si atendemos al discurso del Comisario es bueno resaltar dos frases que considero muy interesantes para nuestro colectivo:
· “Agriculture not only gives riches to a nation, but the only riches she can call her own” (Samuel Johnson). La Agricultura no sólo aporta riqueza a una nación, sino que es la única riqueza que puede identificar como propia.
· “If you want to go fast, go along, but if you want to go further, go together”. Si quieres ir rápido, ve solo, pero si quieres llegar lejos, ve unido.
Estas frases ayudan a mantener la ilusión y el optimismo en momentos donde lo difícil es mirar adelante.
Ya hay nuevo comisario para agricultura, el irlandés Phil Hogan. Si no me falla la memoria es el segundo comisario de agricultura de esta nacionalidad. El anterior es históricamente conocido por haber impulsado el cambio de rumbo estratégico que tomó la PAC con la introducción de los pagos parcialmente desacoplados en 1992 con la reforma que lleva su nombre, Mac Sharry.
El nuevo comisario ya tiene instrucciones de su Presidente, el luxemburgués Juncker, y estas son una vez más seguir la senda de la simplificación de la PAC, porque es una política compleja, que la sociedad no entiende y difícil de gestionar para el agricultor. En 2015 deberá buscar fórmulas para simplificar los pagos directos, el desarrollo rural, la política de calidad, de promoción y, como no, el régimen de frutas y hortalizas, No son muy novedosos el mensaje y el objetivo.
Ya en 2005 la Comisión Europea lanzó un proceso de simplificación que consistió básicamente en una refundación legislativa de las 21 OCM sectoriales existentes, dando lugar a la OCM Única que hoy conocemos. Es decir, que de 21 reglamentos de unas 22 páginas pasamos a uno de cerca de 200. Eso sí, por el camino se quedaron algunas medidas que nada tenían que ver con la simplificación y si mucho con la desregulación.
Cuando la Comisión Europea inicia y hace suya una idea es como un rodillo que poco a poco va imponiendo su criterio, aunque las circunstancias cambien. Cuando se habla de simplificar uno piensa en reducir determinados trámites burocráticos, racionalizar ciertos controles preventivos que no tienen sentido o impiden conseguir los objetivos marcados, mejorar comunicación administrado administración, etc, y todo eso sin que los principios y objetivos de la PAC cambien. Pero la Comisión Europea ya nos tiene acostumbrados a sus simplificaciones, y la verdad, poco tienen que ver con los objetivos tan loables de facilitar la vida al administrado y conseguir ciertos objetivos de la PAC, y sí con tres ideas que, a mi juicio no son muy europeos.
En primer lugar, en lo administrativo, simplificar es refundir textos legales, pero no reducir la burocracia, a no ser que se confunda una cosa con la otra. Es decir, que ya tenemos un libro gordo de petete en vez de una enciclopedia por fascículos. El agricultor ya se puede olvidar en pensar que recibirá la ayuda sin tanto papeleo, pero a lo mejor se necesitan menos funcionarios para gestionar el sistema.
En segundo lugar, en las competencias. Se plantea simplificar las políticas comunitarias a través de aumentar la subsidiaridad de las políticas, dando mayor poder a los Estados miembros para desarrollar sus políticas. Dicho en otras palabras, la Comisión Europea se quita de en medio y se limita a controlar lo que controla, pero da un paso lateral en lo que se refiere a su responsabilidad por velar que esa delegación o no afecte a la consecución del mercado único. Si pensamos que más Europa es más y mejores políticas comunitarias, no parece que ese sea el camino elegido. Una cosa es que se mejore la interlocución entre Comisión Europea y Estados miembros, y la otra, muy diferente, que esta tire la toalla.
Y, por último, pero no menos importante, en lo político, simplificar parece que consiste sencillamente en desregular. Ya veremos que pasa con el régimen de frutas y hortalizas basado en inversiones a las OPFH. Ya estamos acostumbrados a que cualquier problema de gestión tenga como solución de muerto el perro, se acabó la rabia, sin tener en cuenta un análisis sobre su utilidad y potencial.
No parece que hablemos el mismo idioma, pero pueden acostumbrarse desde ya a escuchar el mantra de la simplificación, en abstracto, en todos los discursos y alocuciones del nuevo Comisario. Simplificar no es hacer la vida mas sencilla, es sin más ser simples.
En mi anterior entrada de blog hice hincapié en la peligrosa deriva que podría llevarnos un exceso de subsidiariedad en la aplicación de la PAC, una política que por definición es y debe ser común. Muchas veces, el discurso de la subsidiariedad es utilizado por los gobiernos o administraciones regionales como un arma defensiva, y una posibilidad de poder desmarcarse para satisfacer intereses o equilibrios locales, no para adaptar la mejor opción a su realidad productiva, que es lo que siempre se escribe en los documentos y considerandos oficiales.
Esta visión cortoplacista no se limita a la administración, de alguna manera también pervive, sin darnos cuenta, en el propio sector. Tras una jornada organizada por Repsol en donde se discutió la aplicación de la nueva PAC y los retos para las cooperativas y sus agricultores, tuve la oportunidad de conversar y hablar con agricultores y ganaderos que reciben pagos PAC y son miembros de cooperativas. Me expresaron sus dudas sobre la nueva PAC y la ilógica del nuevo sistema de pagos, que seguía beneficiando a un amplio conjunto de perceptores que nada tiene que ver con el sector. En la conversación terminó saliendo la famosa frase la PAC para los agricultores, para el que trabaja y vive de esto y no para el que pasaba por allí.
El planteamiento no resulta novedoso, de hecho está en cualquier documento de cualquiera de las tres (o cuatro) OPAs que hay en España y, de alguna manera también se defiende en Cooperativas Agro-alimentarias. Por otro lado, es bastante potente, nadie se atrevería a contradecirlo en un foro porque parece una cuestión muy lógica. Sin embargo, creo esta idea debería adaptarse a la realidad y no dar una sensación de arrogancia que en estos momentos no le viene bien al sector productor frente a la ciudadanía, y más en época de crisis. Voy a razonar mi planteamiento en tres argumentos:
1. La PAC ya no es una política que gestione un sector económico, sino una política basada en condiciones ambientales y, en España, con bastante peso de la famosa mochila histórica. Es decir, que los pagos van a todo aquel que cumpla con una mínima condición de agricultor activo, pero a partir de ahí no es lo que más pesa. Esto es una realidad difícil de aceptar, pero ha habido una decisión del Consejo de Ministros y del Parlamento Europeo y, como mínimo, hay que saber en el entorno en que nos movemos porque los tiempos pasados que siempre fueron mejores, según algunos, no volverán.
2. La situación productiva y estructura económico-social del campo español es muy diversa. El discurso del profesional se encontraría con una gran mayoría de productores cuya renta principal, o gran parte de esta, no proviene exclusivamente de la agricultura pero no por ello no son actores económicos de este sector. Lo que no puede aspirar un 40% de profesionales es acaparar el presupuesto que suelten los que se van, porque con ellos se iría una buena parte de la superficie elegible de nuestro país y, lo más importante, un gran número de activos.
3. La PAC no es exclusiva de los agricultores. Y esto no es que lo invente, es que forma parte de los objetivos básicos de la PAC en el Tratado de Lisboa, que no ha cambiado en 50 años, y no sólo se habla de los productores, también de precios razonables a los consumidores y de conseguir un nivel de vida equiparable en las zonas rurales al de las poblaciones urbanas. Paradójicamente el Tratado de Lisboa se olvidó de incluir un objetivo que sin duda es prioritario para la UE, y creo que no le hubiera hecho mal a la imagen del sector productor, que es la gestión y el mantenimiento del medioambiente.
La PAC no son sólo los pagos directos, que ciertamente en su mayoría son percibidos por agricultores y ganaderos, también afecta al resto de la cadena, cooperativas, por ser empresas de los propios agricultores, industria transformadora y el propio consumidor destinatario de las producciones. De hecho el principal problema del productor está en la cadena y la valorización de su producto, y no en nivel de pagos que reciba yo o el vecino. Obviar estas cuestiones es darse de bruces con la realidad social y medir mal la capacidad de influencia de la agricultura ante la sociedad, a la cual necesita. Uno no debería perderse en el discurso de consumo interno, como el otro día escuché a un ganadero belga no es la vaca que más muge la que más leche da.
En mi anterior entrada describía el porqué no creía que una defensa de los pagos para los agricultores era la mejor estrategia para defender la PAC ante la sociedad. Además de no ser muy realista, y menos en estos momentos, hay ciertos reflejos de algunos representantes que con la buena intención de defender a los suyos puede conseguir lo contrario.
Sin querer centrarme en una anécdota, en el propio acto de Repsol, al cual hice alusión la semana pasada, uno de esos agricultores muy comprometidos, y sin duda muy informado y conocedor del sector, se quejaba amargamente de que para hablar de la PAC no se llamara a sus verdaderos protagonistas, los agricultores y ganaderos, que eran lo verdaderamente afectados.
No voy a volver a explicar lo que ya hice la semana pasada, pero tal relación lógica no aguanta el peso de las evidencias ni respalda una estrategia de amplio espectro. Es como si una persona afectada por el corazón levantara la mano en un simposio de cardiólogos para decirles que se levanten que los que tienen que hablar de la enfermedad coronaria son exclusivamente los que la padecen, y no los médicos e investigadores, que al fin y al cabo están a su servicio. Los que estaban allí sentados no eran médicos, pero sí profesionales que dedican su vida en cuerpo y alma al sector, entre los cuales sí había un agricultor, y a la vez presidente de una importante cooperativa, una experta que gestionaba expedientes de pagos directos y varios directores de cooperativas, personas que conocen y viven el sector tanto como cualquier agricultor y, seguro, con una visión de conjunto que va más allá de la explotación.
De nuevo se comete el error de identificar un instrumento, los pagos directos, con la PAC y, la verdad, ni siempre fue así, ni es el objetivo de esta política (ver entrada de blog anterior) sino un instrumento más, aunque a tenor de los debates y su peso presupuestario parezca lo único.
Por otro lado, volvamos a esta estrategia. Si lo importante es solamente quiénes reciben los pagos, ¿qué pensará la sociedad y el consumidor que no se beneficia directamente de ella? Desde luego con el mensaje de lo mío por derecho y solamente hablo yo no parece que se busquen muchos amigos fuera del sector, ni se busque hacer pedagogía sobre la justificación de los pagos.
Como siempre se pone de referencia a nuestros amigos franceses, a los cuales ponemos de ejemplo a la par que criticamos, esto es lo que ha pasado con el debate sobre nuevo sistema de pagos en Francia. Han sido los propios representantes de los agricultores quienes han visto el peligro, no sin problemas y debates internos, de que una parte importante de su agricultura, la cerealista y la ganadería intensiva, estaban recibiendo ayudas desacopladas de la producción cuando las condiciones de mercado les otorgaba una rentabilidad más que aceptable. ¿Cómo defender una lógica de unas ayudas desvinculadas totalmente de la realidad económica de quiénes las reciben, y cómo podrán defender ante la sociedad la conveniencia de una PAC con un planteamiento que no se sostiene en la evidencia? Aparentemente la decisión para la aplicación de la nueva PAC ha sido trasvasar ayudas de estos sectores a los que más dificultades y riesgo de abandono tienen, la ganadería extensiva.
En todos lados cuecen habas, no es que la solución francesa deba copiarse en España, la realidad suele ser más compleja de lo que pueda explicarse en un titular o entrada de blog, y los problemas en Francia suelen ser muy similares a los que tenemos aquí. Sin embargo, lo que no se puede negar es que deberíamos ser capaces de abrir debates de calado y olvidar algunas posiciones defensivas como si todo se fuera a acabar mañana.
He estado hace unos días en un seminario sobre aplicación de la nueva PAC en los Estados miembros. Uno de los principales miedos que expresaron los diferentes representantes de las organizaciones agrarias y de cooperativas de la UE era la gran diversidad de aplicación de la PAC en cada país y su impacto sobre la competencia entre productores. Sin embargo, al mismo tiempo creían necesario que la PAC debía adaptarse a las diferentes estructuras y agricultura de cada Estado. ¿no parece una contradicción tales afirmaciones y posturas aparentemente antagónicas?
La verdad es que no. Estos dos parámetros son dos realidades que pueden y deben ser coherentes entre sí, pero que en aplicación y desarrollo esconden múltiples contradicciones, especialmente cuando el discurso está muy alejado de las intenciones y acciones de los que lo pronuncian.
Por un lado, es cierto que la UE aspira a la conclusión de un verdadero mercado único y que la aplicación de diferentes PAC en diferentes países podría llevarnos a una mayor distorsión de la competencia. Por el otro, es un hecho que la agricultura y los sistemas productivos difieren de unos territorios a otros, es más, el enfoque país no deja de ser una contradicción, porque cuando alguien enarbola la bandera de su país en esta discusión olvida que dentro de su propio territorio existen multitud de diferencias estructurales y productivas, como es el caso de España. De hecho el actual Gobierno ya justificó la imposibilidad de una tasa plana en el nuevo Pago Básico debido a que tal sistema sería incompatible con las grandes diferencias sectoriales y regionales existentes. La realidad es que este argumento se utilizó para mantener un equilibrio en el reparto del presupuesto de las CCAA y no ir contra los derechos adquiridos y las referencias históricas, y es ese el espíritu que ha seguido cualquier decisión de aplicación en España, el equilibrio del presupuesto entre CCAA.
El mercado interior de la UE está lejos de haberse culminado, existen grandes diferencias estructurales, legales, fiscales, sociales y de compromisos medioambientales entre los Estados miembros como para atreverse a hacer tal afirmación. Lo único que hemos conseguido es unificar fronteras, pero la consecución del mercado único real todavía queda lejos. Y en el caso de la flexibilidad, lo que muchos denominan la subsidiariedad de las políticas comunitarias o, lo que es lo mismo, que las autoridades nacionales apliquen las políticas más adecuadas a su realidad para conseguir los objetivos deseados, se ha convertido en un fin político en sí mismo y se olvida que no se trata de crear una ventaja competitiva con el vecino, ni hacer de su capa un sayo porque yo lo valgo, esa interpretación está muy lejos del espíritu y de los objetivos perseguidos por este principio, ya que centra en la eficiencia de las políticas, no en sus contenidos.
La clave está en cómo compensar las desigualdades de manera proporcionada para que todos tengan las mismas condiciones de partida en un mercado único o, mejor dicho, qué condiciones se tienen que dar para que la PAC aporte su grano de arena para conseguir el mercado único. Desde luego, la respuesta no es simple y requiere instrumentos potentes y, seguramente, flexibles para que actúen según el contexto productivo y económico. Sin embargo, la clave no está en cómo sino en quién debe arbitrar estas condiciones. No es ninguna sorpresa, una Comisión Europea independiente, con competencia y con medios materiales y humanos suficientes. Los Estados no pueden ser juez y parte, máxime cuando la responsabilidad final de sus decisiones siempre encuentra el perfecto chivo expiatorio en Bruselas que, paradojas de la vida, son decisiones que ellos mismo toman en el marco del Consejo y del Parlamento Europeo. Mientras no entendamos esto, la evolución de la PAC será una especie de oximorón, es decir, un una política que se reconoce como común pero que en realidad está practicamente nacionalizada. Al Euro este enfoque no le está yendo muy bien, veremos como nos va la PAC.
El episodio que estamos viviendo en el sector agroalimentario en relación al embargo ruso, las fruas y hortalizas en particular, está teniendo, y sin duda seguirá teniendo un impacto en aquellos productos que vayan entrando en campaña, o incluso antes de que entren, porque los que ganan en río revuelto se frotan las manos ante una situación de descontrol e incertidumbre, en especial cuando el sector está desorganizado, que salvo contadas excepciones, es una caracterísitica propia de este.
No obstante, lo curioso en este tipo de episodios no son las guerras de cifras y de previsiones entre sector y responsables públicos para aplicar o no determinadas medidas, sino los comentarios oporunistas, peregrinos o interpretaciones geoestratégicas que se producen sin conocer como funciona un sector económico, o la capacidad real de los gobiernos o instituciones en controlar los efectos de sus propias decisiones. Comento unas cuantas.
He escuchado a muchos echar flores al Sr. Putin porque le ha puesto un par (permitanme la expresión) al haber tomado estas medidas bajo un cálculo pitagórico que le asegura un abastecimiento alternativo a las exportaciones comunitarias de productos agroalimentarios y, por tanto, poder castigar a la UE sin que su pueblo (porque los oligarcas y él mismo seguro que no sufrirán carencias) sufra las consecuencias de sus propias decisiones. La realidad es un poco más complicada, se supone que los rusos se abastecerán de frutas y hortalizas de Sudamérica y otras regiones, pues bien, conseguir 2 millones de t. de la noche a la mañana no es fácil, pero lo que es más difícil es convencer a las empresas de cambiar sus destinos comercailes y logísitica e ir a vender a Rusia, así sin más, y sabiendo lo complejo e inseguro que es el mercado ruso, especialmente a la hora de cobrar. Y sobre la leche y derivados, ¿a quién se la compran si no es a la UE? Harán granjas de la noche a la mañana? qué otros países productores hay en el mundo con capacidad de abastecer a los rusos aparte de Nueva Zelanda? Seguro que algo encuentran, pero desde luego no para resolver el grave problema que se les viene encima, hasta que encuentren el abastecimienot alternativo buena suerte y que no pase nada. No creo que Putin sea tan inteligente, más bien ni siquiera piensa en el bienestar de su pueblo, sino en el daño que puede causar a los miembros de la UE, y en que la escasez sirva para agrupar a su puebo entorno a su persona y en contra del enemigo externo indentificado en la UE y los EEUU.
También he escuchado que la UE está dividida, que lo que está haciendo es decontrolado y que sufrirán las consecuencias porque Putin lo tiene todo pensado (ya dije antes que en mi opinión no es oro todo lo que reluce). Sin entrar en un debate geopolítico, hay que reconocer que es una de las pocas decisiones que no está teniendo disensiones en el seno de la UE, seguro que si no se actuaba la crítica sería la misma: la UE no sirve porque no actúa. Pues bien, ha actuado, pero eso tiene su precio y, lamentablemente un sector concreto lo está sufriendo. Solo esperamos que la UE no sea tan indolentecon los suyos como lo es Putin , y habilite medios para paliar el impacto y ayudar a reconducir la situación. Aquí se ha actuado, con más o menos medios pero se ha reconocido el impacto, luego los datos permitirán averiguar la oportunidad y idoneidad de su actuación, sin que la vara de medir se limiten comentarios sentimentales y no basados en la evidencia.
Por último, está la ciudadanía, su desconocimiento del sector y de la propia PAC, política que ven como una cantidad ingente de dinero que va a unos pocos. Hoy mismo se están repartiendo frutas y hortalizas en el centro de Madrid por las tres organizaciones profesionales agrarias como reivindicación de lo mal que lo está pasando el campo y la necesidad de apoyar al productor. No sé si este es el tipo de acciones que nos acercarán al consumidor medio, que sólo entiende lo que ve de su familiar, la anécdota o la cooperativa de su pueblo si es que la conocen, y a ello se suma la tan manida frase del reparto de las ayudas y la Duquesa de Alba, señora que para algunas organizaciones parece estar sentada al lado del Comisario manejando los hilos de los fondos comunitarios. Y lo digo porque en plena crisis, es dificil pedir a la sociedad sin antes explicar muy bien por qué, especialmente cuando una gran mayoría no entiende ni comparte lo de las ayudas, especialmente cuando se hablan de ellas en abstracto, o en algo tan concreto o simple como que lleguen directamente al bolsillo de unos cuantos. Los argumentos de antes ya no valen, máxime cuando no hemos hecho suficiente por hacer pedagogía más allá de la reivindicación, y cuando la fruta que se reparta esta mañana servirá a muchos para que coman fruta después de mucho tiempo porque no han podido permitérsela antes.
Los que estamos inmersos en este mundo tenemos la obligación de explicar y analizar desde al evidencia lo que ocurre, por el bien de un sector y para granjearnos la comprensión del ciudadano y su apoyo, y no dejarnos llevar por los nervios y el verbo fácil.
Si en España resulta preocupante el nivel de participación en las elecciones nacionales, autonómicas y regionales, especialmente durante los últimos años de claro descrédito de nuestros representantes, planteamos a nivel comunitario la contestación podría superar todas las expectativas negativas, con una expectativa de participación del 45%.
En mi experiencia personal, cuando hablo de la Unión Europea te suelen contestar que no saben ni están familiarizados, pero actos seguido te sueltan así, sin anestesia, que eso no sirve para nada, curiosa contradicción. Bueno, no es para juzgar, el ciudadano medio en nuestro país, aunque tenga una opinión formada, suele preferir guardársela y soltar un chascarrillo, especialmente si siente que no está en un entorno totalmente coincidente con su manera de pensar.
Pero si esas preguntas la hacemos en nuestro sector suele imperar el cortoplacismo, de tal manera que la PAC o la normativa que nos afecte, sirve o no en función de cómo haya quedado uno en las ayudas, le haya ido la campaña o se haya enterado por la prensa que un cultivo patrio ha quedado más o menos malparado en una negociación comercial donde la culpable es siempre la UE (en abstracto, en concreto en un Sr. De azul muy malo), y esa análisis nos sirve para todo. En otras palabras, se suelen confundir intereses particulares con algo tan complejo como la toma de decisiones en la UE, con 28 Estados e innumerables regiones que aplican sus políticas con amplio margen, pero que siempre tienen a quien echarle la culpa de sus males, sí al Sr. De Azul.
Pero no quiero hablar de cuánto nos afecta el entorno jurídico-político en nuestras decisiones como partes del sector agroalimentario (lo voy a dejar para otra opinión porque es muy interesante), sino dar dos o tres pinceladas del porqué la UE importa y no debemos banalizar unas elecciones que resultan, a mi modo de ver, contundentes:
· Europa está viviendo, salvo algunos conflictos internos (mención especial a los Valcanes y Kosovo) el período de paz más largo de su historia desde la época de los romanos, solamente 70 años, pero ya es decir sobre lo cerca que hemos tenido la guerra y no la paz.
· España ha vivido el mayor período de crecimiento económico de su historia gracias a su pertenencia a la CEE, y actual UE.
· El mercado europeo es fundamental para el crecimiento de la economía española, En nuestro sector, el 80% de las exportaciones van a países europeos, es decir, es nuestro mercado y va más allá de nuestras fronteras.
Se me ocurren muchas otras razones, seguramente todas discutibles, para ejercer mi derecho a voto y participar del proceso de construcción europea. Sin embargo, no se me ocurre ninguna razón objetiva basada en la evidencia a pensar que la UE no es un proyecto para construir nuestro futuro, a no ser que nosotros mismos con nuestro desinterés, falta de espíritu y miopía acabemos con algo a lo cual ya nunca debimos llamar UE.
Robert Shcuman, considerado uno de los padres fundadores de la actual UE dijo que “Europa no se hará de golpe, ni con una construcción de conjunto, sino por actuaciones concretas que irán creando una solidaridad de hecho”. El domingo 25 debe ser una de esas actuaciones concretas que vayan a favor de la construcción europea.
La reforma de la PAC recientemente aprobada trataba varias cuestiones claves, como la vedette de todas las reformas, los pagos directos, y los problemas de mercado a través de la OCM Única, cuyos objetivos principales pasan por aportar instrumentos para que los productores puedan afrontar el problema del desequilibrio de la cadena de valor, principalmente a través de la concentración de la oferta y la organización de la comercialización de los productores; y los instrumentos de gestión de mercados y cómo paliar la volatilidad de precios.
La propia OCM Única reconoce que las organizaciones de productores (OPs) pueden ser instrumentos fundamentales para conseguir estos objetivos. Hasta aquí todo bien, el problema es cuando se pregunta ¿Qué es una OP? Ahí el debate despista bastante, o hay bastantes despistados. De hecho, lo que suele ocurrir es que terminemos discutiendo lo que debe ser una OP o no y olvidemos por completo para qué las queremos.
En Cooperativas Agro-alimentarias siempre lo hemos tenido claro, una OP debe ser lo más parecido a una empresa cooperativa, aunque tenga otra forma jurídica. Es decir, una empresa formada a iniciativa de los productores, gobernada democráticamente por estos y en su beneficio. Ello implica que a la hora de establecer criterios de reconocimiento en una OP se integre la obligación de comercializar la producción de los socios. Pero además, sabemos que si estas OPs no tienen una dimensión económica relevante en el mercado y una buena estrategia comercial y empresarial, difícilmente podrán conseguirse los objetivos marcados.
Sin embargo, para la Comisión Europea y muchos otros actores representativos e institucionales, las OPs podrían ser cualquier unión de productores aunque ello no implique la comercialización de la producción. Es decir, un ente creado para hacer gestiones en nombre o para los productores representdos, gestión de residuos en común, participación en proyectos de I+D, gestión de la calidad, etc… No les permiten como muchos han intentado, salvo en la leche, hablar de negociación colectiva de precios.
Esta diferencia de visiones es muy importante para contestar la pregunta de la entrada del blog, ¿servirán? Yo diría que depende de su objetivo.
Si es reequilibrar la cadena de valor y tener cierta capacidad de gestionar la oferta para prevenir crisis graves, diría que claramente las OPs que necesitamos son las primeras. Difícilmente se puede estar en el mercado negociando en nombre de sus socios sin control de la producción por la cual se negocia, o si el socio carece de disciplina y se dedica a hacerle la competencia a la espalda de la propia OP de la cual miembro. Esto parece que es un problema que no importa, pero la realidad es que en las cooperativas ha sido siempre una de las fuentes de conflicto, la entrega total o no de la producción del socio a la cooperativa, y en no pocas ocasiones el vector que define el éxito o fracaso comercial. Y es que la negociación comercial, a diferencia de lo que se dice muy alegremente, no se reduce exclusivamente a la variable precio, y mucho menos al tan usado precio mínimo. Resulta todavía más utópico hablar de gestión de mercados si una OP no tiene una dimensión suficiente para manejar una cantidad de producto cuya retirada o puesta en el mercado tenga un efecto en el mismo, especialmente en el mercado de commodities.
Si por el contrario el objetivo de estas OPs es un paso intermedio para que los agricultores y ganaderos no estén integrados en cooperativas u otro tipo de OPs empresas vayan uniéndose para hacer “cosas”, todas ellas muy ¡interesantes y vendibles de cara al ciudadano, y estas “cosas” no tienen nada que ver con la organización de la comercialización será imposible que hablemos de concentración de la oferta y, ni mucho menos, de organización de la comercialización. Más bien parece que el objetivo pasa a la creación de OPs, bajo la expectativa de que estas estructuras por obra y gracia de una fuerza sobrenatural resuelva el problema del desequilibrio de la cadena, sin que sus componentes, los productores, tengan que hacer nada. Y ya de gestión de la oferta ni hablamos.
¿Servirán? Pues para que sirvan no solamente basta con una buena definición, también se necesitan una serie de criterios económicos y estratégicos si verdaderamente se busca la necesaria reestructuración del sector productor. Por eso se ha incentivado y promocionado la Ley de Integración Cooperativa, y espero que se sea coherente con este objetivo a todos los niveles, porque el reglamento comunitario resultará insuficiente, pero será cada Estado miembro el que decida llegar más lejos.
Para hacer “cosas” no se necesita un reglamento comunitario y, al no haber medidasdetrás de este reconocimiento, dicho en plata presupuesto, quien no lo haya hecho hasta ahora seguirá sin hacerlo. Y muy probablemente los seguidores de la segunda definición de OP, que realmente nunca han creído en ellas, cuando dentro de un año vean que no sirven para nada volverán a las famosas ideas zombies de los últimos años: las OPs no sirven para nada, son el cáncer del sector, le quitan el dinero de los agricultores, etc… Es lo que suele ocurrir cuando se confunde un instrumento con los objetivos a perseguir.
La decisión de la Conferencia Sectorial de imponer la regla del 80-20 para definir al agricultor activo no ha dejado indiferente a nadie. El hecho de que para cobrar bajo el futuro pago básico uno deba justificar que al menos el 20% de sus ingresos tengan que provenir de la actividad, y no solamente de la ayudas, va a provocar la expulsión del sistema de muchos perceptores que hasta la fecha venían cobrando sin mayores problemas, molestando a aquellos que sí invertían y arriesgaban en el sector, y sirviendo de ariete contra la agricultura de aquellos de aquellos que quieren deslegitimar la PAC.
El MAGRAMA a modo de ejemplo ha considerado que según datos de 2010 y sin contar Euskadi y Naavarra, se expulsarían a más de 70.000 perceptores por un valor de unos 550 M€. A ojímetro, cerca de un 10% de los que cobran y en valor presupuestario.
Pues muchos se equivocaban cuando decían que este debate sobre agricultor activo no iba a llevar a nada, y yo el primero, pero al final no ha quedado en agua de borrajas. Hay que reconocer que con esta simple medida se beneficia al que es y no al que simplemente está, haciendo que el sector sea un poco más transparente, profesional y comprometido con la actividad productiva, aunque siga siendo un sistema desacoplado, porque exceptuando a los pagos asociados, se exige actividad pero no producir tal o cual producto.
Alugnos pueden decir que no es suficietne, pero la verdad es que se ha tocado un tema tabú del campo, el de agricultor de sofá, y no se puede tomar la parte por el todo con ejemplos específicos de casos muy contados que en apariencia podrían quedar fuera y que seguro tendrán encaje si se respeta el espíritu del concepto, es decir, que realmente estén en al actividad y no se dediquen a crear condiciones artificiales o cunmplir formalmente para simplemente cobrar. Aunuqe se hayan tratado como tal, los pagos PAC no son un bien financiero, aunque que en este país estamos acostumbrados y ser capaces de converitr los cheques restaurants en acciones en bolsa.
Tras medio año de discusiones entre el Ministerio y Comunidades Autónomas, la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural alcanzó el 21 de enero un acuerdo sobre el modelo de aplicación PAC en España 2015-2020 en aquellos aspectos pendientes por cerrar tras el ya alcanzado el pasado 25 de julio de 2013.
Este acuerdo se dividió en dos capítulos, el primer pilar, que sentó las bases de la definición de la definición de agricultor activo, estableció una aproximación a la regionalización del nuevo sistema de pago básico y zanjó el debate sobre el presupuesto y los sectores que disfrutarán de una ayuda asociada. Sobre el segundo pilar se repartieron los fondos para el desarrollo rural y se conoció la cofinanciación que aportará el Estado a los PDR autonómicos.
A pesar de alcanzar un acuerdo quedan todavía muchas incógnitas, y no se despejarán hasta haber terminado el actual período de solicitudes de pagos, con el objetivo de evitar movimientos especulativos.
El primer pilar: la definición de agricultor activo se hace protagonista.
Los pagos directos siguen siendo, por su importancia presupuestaria e impacto directo en agricultores y ganaderos, el aspecto que más incertidumbre ha generado, sin embargo,todavía no es posible saber con exactitud cómo afectará el nuevo sistema en cada expediente.
Los parámetros elegidos para la definición deagricultor activo implicarán que, además de tener que declarar cada año la actividad a realizar en la superficie objeto de pago, las ayudas directas recibidas no podránrepresentar más de un 80% del total de sus ingresos agrarios. Además, aquellos que declaren barbechos deberán justificardocumentalmente los gastos realizados para mantener dicha superficie en condiciones óptimas para el cultivo, y quien declare pastos deberá estar registrado en el REGA y tener una carga ganadera mínima de 0,2 UGM/Ha.Estos requisitos no se aplicarán a aquellos que entren en la definición de pequeño agricultor, es decir, que reciban menos de 1.250 € en pagos directos, situación en la que se encuentran más del 40% de los perceptores de pagos PAC en España.
La regionalización de los pagos en Españaimplicará que existan entre 22 y 24 regiones,y el año de referencia para la primera asignación de pagos y la superficie máxima con derecho a cobro será 2013. Por último, para el cálculo de los pagos básicos en 2015 se tendrá en cuenta los pagos acoplados de determinados sectores que no tendrán acceso a la nueva ayuda asociada, tales como la vaca nodriza, el algodón y el tabaco.
Sobre los pagos asociados, que sustituye alactual sistema conocido como art. 68, se alcanzó un acuerdo sobre los sectores y el montante presupuestario (Ver tabla 1), y se estableció una cláusula de revisión del esquema para antes del 1 de julio del 2016, es decir, solamente tras un año de aplicación,para dar salida y contento a los sectores y CCAA que quedaron fuera del reparto.
Tabla1. Evolución de las negociaciones en la Conferencia Sectorial.
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Desarrollo Rural, consolidación del PDR nacional, acuerdo entre CCAA y menor cofinanciación estatal
La implantación de un Plan de Desarrollo Rural Nacional, que servirá para dar contenido a la aprobada Ley de Integración Cooperativa se ha consolidado con este acuerdo, lo que supone que el Estado podrá gestionar un programa propio que contará con unafinanciación comunitaria máxima de 238 millones de €.
Sin embargo, el mayor reto político era, sin duda, el reparto de los 8.053 millones de € definanciación comunitaria a los Programas de Desarrollo Rural de las CCAA. Fue el principal punto de desencuentro ya que una Comunidad Autónoma, Andalucía, perdía en beneficio del resto, a pesar de que esta primera siga siendo la que más reciba en este capítulo con un 23,67% de los fondos (Ver tabla 2).
Pero, más que el reparto del presupuesto, lo relevante de la Conferencia Sectorial es que el Estado solamente aportará el 30% de lafinanciación pública nacional de los PDR, lo que supone una reducción del período anteriorestablecida en el 50%. Para evitar devolución de presupuesto a Bruselas, se prevé un sistema de transferencia de fondos entre CCAA.
Tabla 2. Tabla comparativa reparto Fondos de Desarrollo Rural
* Datos extraídos del Plan Estratégico Nacional de Desarrollo Rural 2007-2013. Las cifras emitidas en prensa es que Andalucía perdería 211 millones en DR, pero las referencias no varían demasiado. ** La Red Rural Nacional del próximo período se financiará en el marco del PDR Nacional. |
Muchos detalles por concretar e incertidumbre
Aunque hayamos avanzado siguen existiendo muchas incertidumbres en la mayor parte de las cuestiones, tanto en lo que se refiere a la legislación comunitaria como en su aplicación en España.
En Bruselas la Comisión está ultimando los actos delegados y de ejecución a la carrera, que establecerán definiciones, pautas y límites a los desarrollos y aplicaciones que se haga de la nueva PAC en los Estados miembros, que deberían presentarse en marzo y aprobarse antes de las elecciones a Parlamento Europeo, previstas para el próximo 25 de mayo.
En España, quedan muchas incógnitas por despejar, especialmente en torno a la definición de agricultor activo, que según los cálculos del Ministerio dejarían a más de 71.000 perceptores fuera de la PAC que actualmente reciben pagos por valor de más de 500 millones de €, sin contar con los datos de Navarra y País Vasco. El hecho de que en 2015, año de inicio del sistema, la única referencia posible para verificar los datos de ingresos agrarios sea el 2013, que se declararán durante este 2014, ha puesto en guardia a muchos beneficiarios que no cumplirían con la definición de agricultor activo el primer año de aplicación de la nueva PAC.
Tampoco conocemos el mapa definitivo de las regiones ni cómo se aplicarán los pagos asociados, que si bien será por hectárea o por cabeza de ganado en el caso de los sectores ganaderos, con seguridad habrá un debate enconado por aquellos que consideran que lapercepción de estas ayudas deba seguir requisitos estrictos, y otros que defenderán un reparto indiscriminado, que fue el mismo debate que se produjo en el desarrollo del actual sistema del artículo 68.
Sobre el desarrollo rural, parece que el debate no ha sido tan duro como se esperaba. Andalucía ha tomado una pose ligeramente agresiva, pero si tenemos en cuenta que lo que se ha repartido es financiación comunitaria, y que las CCAA van a tener que cofinanciar el 70% de la parte nacional para desarrollar sus PDR, el hecho de contar con más presupuesto no implica que, teniendo en cuenta la salud de las cuentas públicas, tendrán muchos problemas para financiar sus PDR, por lo que la euforia o tristeza hay que considerarlo como lo que es, una pose política, ya que este reparto virtual puede dar lugar a problemas reales.
Por último, queda un reto importante para que los PDR de las CCAA y el PDR nacional no se neutralicen y sean programas coherentes y compatibles en sus medidas, especialmente en el objetivo de concentrar la oferta y reequilibrar la cadena de valor para que el productor sea más fuerte en el mercado.
2014 es un año de transición. Sí, es la lectura que solemos cuando hay elecciones en la UE, donde se encajan piezas de una maquinaria institucional muy pesada. Sin embargo, no es precisamente un año muerto, las elecciones marcarán un tiempo clave en el Parlamento Europeo, cuyas decisiones juegan mucho en las políticas, como hemos comprobado en el todavía incocnluso proceso de reforma de la PAC. La crisis ha provocado un crecimiento de los denominados partidos euroescépticos, que con más europarlamentarios tendrían la puerta abierta para luchar contra la UE desde dentro a modo de Caballo de Troya. Su técnica es bien simple, y es la más antigua en la práctica política, buscar una enemigo externo, hacer que se comparter un sufrimiento o supuesto sufrimiento y achacarlo todo al chivo expiatorio; ejemplo: ¿tienes un problema? Yo lo comparto y además lo apoyo, la culpa es de la UE, y acabando con ella se acabará tu problema.
A esto se le suele denominar comunemente, demagogia, porque tiende al simplismo y a disfrazar la realidad, y maniqueismo, o estas en un bando o en otro, cualquier razonamiento contrario a una posición te sitúia inmediatamente enfrente. Por eso estoy de acuerdo con que la UE sea más transparente, pero no para romper o dar rienda suelta a las vísceras, sino para ordenar y darle el apoyo y la importancia que realmente tiene como estrategia de futuro de un proyecto histórico y beneficioso para todos, como es la UE. Recordar que el presupuesto de la UE es únicamente el 1% del PIB UE, el 2% de todo el gasto público, y que los que han tomado las decisiones hasta la fecha en la mayoría de cuestiones son los propios gobiernos a través del Consejo, son datos a tener en cuenta sobre aquellos que según el foro donde se encuentran, critican o se integran en la UE, usándola pero no apoyándola cuando hay que hacerlo.
2014 no es un año para dormirse en los laureles y tomarse la cuestión a la ligera, pensar únicamente a corto plazo nos ha llevado en la historia a situaciones trágicas, y el proyecto europeo necesita de nuestro apoyo y de visión estratégica.
Seguimos introduciéndonos en la manera que tienen los estadounidenses para organizarse a través de la iniciativa privada, piedra angular del funcionamiento de su sistema político, como expliqué ayer y nos insisten todos los días.
Esto no implica que sea la Coca-Cola o Apple quienes tomen las decisiones, son asociaciones u ONGs de todo tipo quienes ejecutan todo tipo de acciones para proveer e impulsar iniciativas. De hecho, este curso es organizado y desarrollado por organizaciones de voluntarios en colaboración con el Departamento de Estado, que no tiene el control del programa ni la decisión de su continuidad, ya que esta reside en el Congreso de los EEUU.
Cuando me comunicaron la selección para este IVLP, algunos amigos me dijeron con sorna que me iban a intentar convencer de algo, supuestamente negativo o sospechoso. Ya sabéis que en España el concepto de vender o convencer tiene un transfundo negativo, nos basta escuchar una frase para encasillar a alguien y automáticamente dejar de escuchar, somos muy dados al maniqueísmo.
La realidad es que se saben vender muy bien porque están convencidos de que su sistema es el mejor, o el que mejor se adapta a sus aspiraciones. Creen en su producto y, a decir verdad, lo muestran con orgullo. La descentralización es algo que nos puede confundir a ojos de un español, teniendo en cuenta los problemas con nuestro sistema autonómico. Escuchando las diferentes intervenciones, en relación al importante papel de los Estados como países independientes, a mi juicio, lo que diferencia a los EEUU de España no es tanto el grado de independencia del gobierno regional, sino la mutua aceptación de todos los Estados en otorgar al gobierno federal políticas claves para mantener la Unión y la lógica de país. Todo un enfoque de abajo arriba que provoca que todo sea más constructivo y se aleje de la pelea y de un debate eminentemente secesionista.
No obstante, no hay que llevarse al engaño, el acuerdo sobre el sistema no lleva a una misma visión de las cosas, ni entre Estados ni entre intereses. Andrew Stephens, Manager en política internacional para Alimentación y materias primas insiste en que el debate agrícola encierra una gran complejidad dentro de los EEUU, donde cada Estado solamente atiende una visión parcial y el gobierno federal debe arbitrar a través del Congreso, la coordinación de la Casa Blanca, las audiencias públicas y la participación de los lobbies. Seguro que al final encuentran el modo de ponerse de acuerdo o, simplemente, salir adelante, pero el sistema no se pone en duda.
Es posible que la semana que viene se apruebe la autorización del Fast Track para que la administración Obama relance las negociaciones en el T-TIP a la vez que el Tratado Transpacífico, lo que implica que tendrá vía libre para negociar bajo parámetros marcados por el Congreso y el Senado, y el resultado solamente podría ser aceptado o rechazado sin enmienda posible. Mañana nos hablarán del T-TIP y visitaremos el USDA, un gran momento para que nos aporten su propia visión sobre estas negociaciones.